En una coincidencia temporal solo levemente forzada, nuestro Roge Matute de Zona Negativa cierra nuestros homenajes a Bernardo Bonezzi. Que en paz descanse, en Groenlandia o más lejos aún.
Top 100 Vermouthsport español - 8: Zombies - Groenlandia.
Me pongo a escribir sobre esta canción justo cuando hace menos de 24 horas que nos ha dejado Bernardo Bonezzi, el alma mater de Zombies. Así que, aunque la reseña sea sobre la canción en concreto, me detengo un momento para hablar de su compositor. Nació en Madrid un 6 de julio de 1964. Hijo de italiano y brasileña, de muy pequeño ya mostró interés por la música de gente como Roxy Music, Marc Bolan o David Bowie y en 1978 fundó Zombies. Considerado por muchos como el ‘Mozart de la movida madrileña’, colaboró con Pedro Almodóvar, produciendo y componiendo el disco que sacó junto a Fabio McNamara (¡Cómo está el servicio... de señoras!, 1983) y haciendo las bandas sonoras de varias de sus películas: Laberinto de pasiones (1982), ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), Matador (1986), La ley del deseo (1987), Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988). Además compuso otras muchas bandas sonoras y estuvo nominado en tres ocasiones a los premios Goya, ganándolo en 1996 por la música de Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto. De vuelta a la música compuso una trilogía de discos instrumentales: La hora del lobo (2004), La hora azul (2006) y La hora del té (2007), y en 2012 sacó su último disco, volviendo a las canciones pop: La esencia de la ciencia.
La canción que nos ocupa seguramente es (de lo que se ha llamado la movida) la que más veces habré escuchado en mi vida. La escribió Bernardo cuando tenía 15 años y he de decir que es una canción que ha envejecido muy bien (a mi parecer, claro). No recuerdo cuando la escuché por primera vez, pero desde el primer momento se te queda en la cabeza el punteo inicial junto con la melodía. Es una canción de la búsqueda del amor, no sabemos si porque ha huido o porque no lo ha encontrado todavía, pero no parece estar dispuesto a dejar de buscar en los más remotos lugares. Es una composición simple, de estructura pop estándar (entrada, estrofa, estribillo) que demuestra que no es necesario complicarse la vida para crear canciones que perduren con el paso del tiempo.
Hoy más que nunca miro el vídeo de la canción y veo a un Bernardo y sus compañeros tan jóvenes, disfrutando de ese momento, llenos de ganas de hacer cosas en la música… y como no, no puedo evitar sonreír ante el ritmo (o la falta de) de Tesa ;))
Groenlandia por Roge Matute
Los Zombies por César Prieto
Esto es parte del artículo que nuestro profesor, César Prieto, publicará en la web de Efe Eme en breves días, sobre el primer LP de los Zombies de Bernardo Bonezzi. Sirva como un elemento más de nuestro recuerdo a este personaje inolvidable:
"Si en el pop español hay alguien que luchó con todas sus fuerzas por coger el tren de la creación y la modernidad, hizo de ello su proyecto y lo acabó consiguiendo, ese fue Bernardo Bonezzi. Desde sus persecuciones –“Odio”, de Alaska y los Pegamoides está dedicada a él- y su rabioso afán por entrar en Kaka de Luxe a los que perteneció por breve tiempo, siempre supo en que bando encajaba su estética musical. Y consiguió colarla en él.
Prescindimos aquí del pop sofisticado de mediados de los 80, de su premiada carrera como compositor de bandas sonoras y de su regreso hace escasos meses. Únicamente nos acercaremos a su primer hito, al primer lp de los Zombies.
Corría 1980 y RCA andaba loca buscando grupos entre esos niños que se decía que hacían tan buenas canciones, fue de las primeras multinacionales que reaccionó y la jugada no les salió del todo –lamentablemente- con las Chinas, pero sí que consiguieron poner en cierto mercado el lp de los Zombies. Esta fue su primera virtud, la inmediatez, el salir antes de que los grupos de su estirpe ni siquiera se plantearan grabar. Así que, para los jóvenes de la época fue una de las primeras manifestaciones de que algo estaba cambiando. Y mucho.
La segunda virtud fue tener una canción maravillosa; ‘Groenlandia’, evidentemente. Había salido meses antes en single y era imposible entonces una canción más necesaria y mejor interpretada, ayudó mucho también que Alex de la Nuez y Juanma del Olmo –después en Los Elegantes- cogieran las guitarras. Los suaves punteos, el exotismo de la letra, esos ruiditos en los arreglos, el magnetismo y –por qué no- la puesta en escena dejaban bien a las claras que se habían descubierto nuevos caminos. Preciso, frente a la seriedad y la profesionalidad de los grupos anteriores, los Zombies eran capaces de montar una verdadera locura en sus apariciones televisivas. Todavía recuerdo la actuación en ‘Aplauso’, con Bernardo haciendo posturas y Tesa bailando con movimientos espásmodicos. Siempre me pregunté qué se habría tomado aquella tarde."